Lo fundamental de(l) sentir

Por Daniela Orozpe Ortega

Curiosa y confusamente siento, y siento mucho, pero eso no es lo que me desorienta, porque debido a su fuerza yo sé cuándo ese sentimiento es amor. Por otra parte, también se manifiesta en mí el enojo, pero no concretamente hacia las personas, sino que me molesta no poder poner mis afectos en el lugar que les corresponde.

Desde niña me vi con novio, quizá no casada, pero sí besuqueada con un hombre; sin embargo, en el corazón permean mujeres que me apoyan, que admiro, que me ponen feliz y me ofrecen espacios seguros, tan seguros que podría vivir ahí toda la vida que me resta.

He sentido el amor más puro e intenso por mujeres y sigo sin entender por qué, a pesar de todo lo que siento, me sigo viendo con un hombre a futuro. Es decir, ellas me cuidan con sus palabras en todo momento, como algo base, algo fundamental, es algo que no les cuesta darme; y ellos se esfuerzan por algo básico, y me sorprende que, dándome cuenta de ello, siga en la misma posición, ¿sigo esperanzada?

Eso es lo confuso, es decir, si son tan seguras y me ofrecen tanto ¿por qué insisto tanto con la misma visión? Sé que me atrae una mujer, de verdad me atrapan, y mi corazón lo siente. ¿Mi miedo? Incomodarlas. ¿Mi enojo? No saber qué me pasa para no hacer lo que creo que es correcto.

Y es que realmente me he visto tan influenciada por la idea del vestido blanco y el esmoquin, que me cuesta mucho deshacerme de ella, y no porque la desee, me siento ajena a esa concepción ya; porque no me dan lo que quiero. Es simplemente que quiero reconocer lo que siento, quiero poner el amor que me dan donde merece estar; quiero amor y dar lo mismo.

Quiero ser amada intensamente, quiero que no me tenga que decir que me ama para sentirlo, quiero besos eufóricos y besos cálidos, quiero que me aplauda, quiero que me enseñe, quiero y quiero tanto tanto.

Y aunque me dé todo, lo que me gusta es que sé lo que quiero (porque sí sé lo que ofrezco).

Deseo curarme del mal impuesto y liberar los espacios que llenaron personas que no lo merecían.
Deseo abrazar mis emociones y que se sientan en paz con el espacio que les doy.
Deseo tener presencias que no me duelan cada que las pienso.

Mis deseos son tres, son al azar, porque son para amar. Y aunque parezca que son para lxs demás, son para mí y eso es lo fundamental del sentir.

Dann Ortega

Vivo en el Estado de México, en una localidad chiquita. Actualmente, estudio Ciencia Política en la FCPYS de la UNAM. Mi interés radica en las ramas decoloniales, de resistencia y en política. Sobre todo, en las dos primeras, me influyen mucho. Mucha de la perspectiva que tengo se la debo a aquellos trabajos que no buscan protagonismo, sino que buscan socializar y sensibilizar, conmigo han logrado un interés y una importancia inmensurable, por lo que me siento muy agradecida. Espero en un futuro ser una escritora con la misma capacidad.